Un Mundo en estado de Coronavirus, hacia una nueva normalidad
Marzo 24, 2020 | Escrito por Johan Mejia
Un Mundo en estado de Coronavirus, hacia una nueva normalidad
El mundo enloqueció,
parece que nos encontráramos viviendo una película de ficción que se tomó la
realidad. Todos los avances
tecnológicos, la evolución de la especie humana, la cuarta revolución
industrial, todos sin excepción, han quedado temporalmente silenciados por una
pandemia que hoy se encuentra en todos los continentes de nuestro planeta.
Hoy hacemos un
alto en el camino, y a pesar de todas nuestras diferencias, compartimos dos
cosas en común: El miedo y la fragilidad.
Por primera vez en nuestras vidas tenemos la oportunidad de vivir un
momento único, escalofriante, desafiante e incierto en la historia de la
humanidad, una ráfaga de locura que sin previo aviso cayó sobre nosotros.
¿Qué si hay alguna
lección detrás de todo lo que esta sucediendo? Por su supuesto, nos enseña que
todo lo establecido puede cambiar, el poder de lo invisible y la magia de lo
simple.
Como dijo
alguna vez Irene Villa, una vez que la tormenta termine, tal vez no
recordaremos como lo logramos, ni como sobrevivimos. Tal vez, ni siquiera estemos seguros si la
tormenta habrá terminado realmente. Pero
una cosa si es segura. Cuando salgamos de esa tormenta, no seremos los mismos,
de esto se trata la tormenta.
Es difícil
calcular (¡y mucho menos exagerar!) el impacto que esta pandemia esta teniendo
en la vida cotidiana de millones de personas alrededor del mundo. La interrupción
de todo lo que dábamos por hecho se ha convertido en la nueva “normalidad”.
Todos queremos
volver a nuestra cotidianeidad lo mas pronto posible, tal vez en unos días, semanas
o incluso meses. Sin embargo, es muy
probable que muchas cosas a partir de este punto de inflexión jamás vuelvan a
ser como antes.
No hay sector
de la economía que no haya sido tocado por esta emergencia, y esto obviamente,
incluye a la ciencia, tecnología e innovación.
Todos esperamos con ansiedad que aparezca la vacuna, o por lo menos, la
aparición de nuevas herramientas que permitan la contención y manejo de la
enfermedad, así como nuevas formas de trabajar, aprender y socializar virtualmente.
Por supuesto,
que todo esto también ha mostrado la otra cara de la moneda. La fragilidad de
los sistemas de salud y el sistema económico a nivel mundial, el poder perturbador de la desinformación,
las noticias falsas, el cuestionado derecho a la privacidad y los riesgos
inevitables de vivir en un mundo cada vez mas globalizado.
Estamos en los
albores de una nueva realidad, y a partir de este punto, seremos testigos de
una dramática restructuración del orden económico y social al que estábamos
acostumbrados. En el futuro cercano comenzarán
las discusiones y los debates sobre lo que podría ser la próxima “normalidad” y
como esto moldeará la vida de las personas y las empresas.
La nueva
definición de Socializar
Quizás el
termino “socializar” tenga un nuevo significado a partir de ahora. No es para nada una disrupción momentánea,
definitivamente es el comienzo de una nueva forma de vivir y relacionarse con
los otros y con el mundo que nos rodea.
¿Cuánto puede
durar esta emergencia? Nadie lo sabe con certeza. Lo único ampliamente aceptado, por el
momento, es que la única forma de contener la propagación del virus es el
autocuidado y el distanciamiento social.
Aun si se
encontrara la vacuna el día de hoy, mientras alguien en el mundo tenga
probabilidad de contagiarse, los brotes del virus seguirán apareciendo. Esto
seguramente va a desencadenar una nueva era de estrictos controles en lugares
públicos, e incluso en nuestros hogares, así como medidas de aislamiento social
versión 2.0, 3.0, 4.0, cada vez que este virus o cualquier otro acontecimiento
amenacen la salud y la seguridad de los ciudadanos.
Precisamente, si
queremos entender un poco mejor el nuevo significado de la palabra “socializar”
bajo este nuevo contexto, podemos referirnos al estudio publicado el pasado 16
de marzo por un equipo de epidemiólogos del Imperial College of London[1].
Este estudio
plantea dos posibles estrategias para la contención del virus: La mitigación y
la supresión. Bajo este modelo, la
mitigación o “aplanar la curva”, contempla que el virus continuara propagándose,
pero a un ritmo mas lento para no colapsar los sistemas de salud. La otra
estrategia es la supresión, en el que se intenta revertir la pandemia a través
de medidas extremas de distanciamiento social.
De acuerdo con
este estudio, distanciamiento social significa cerrar colegios y universidades,
aislar a los mayores de 70 años, e incluso hacer obligatorio a través de
políticas locales el aislamiento de toda la población en sus hogares. Según los expertos, estas medidas deben estar
vigentes durante 2/3 del tiempo, hasta que haya una vacuna disponible, lo que
podría tomar por lo menos 18 o meses o mas.
¿18 meses o
mas? ¿Acaso están locos? Esto no es
sostenible en el largo plazo por que el daño social y económico puede ser catastróficos.
Insisto
nuevamente. No es una disrupción
temporal, es un cambio profundo en nuestros hábitos y la forma en la que nos
relacionamos con los demás y con el mundo, y eso aplica tanto para las
personas, como para las empresas.
Para las
Pymes el corto plazo debe ser importante, pero el foco en el largo plazo puede marcar
la diferencia entre sobrevivir o no a esta nueva normalidad.
Para muchos de
nosotros, el evento mas impactante a nivel mundial fueron los ataques
terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El mundo cambió a partir de ese día y jamás volvió a ser como antes.
De acuerdo con
el estudio realizado por McKinsey & Company, se vislumbran dos posibles
escenarios para la economía mundial. Uno es el de recuperación lenta, en el que
las medidas de distanciamiento social adoptadas por los diferentes gobiernos van
a desencadenar una fuerte caída en el consumo y el gasto de las empresas hasta
el final del segundo trimestre de este año, produciendo una recesión que se prolongará
hasta el tercer trimestre del 2020[2].
El otro
escenario es el de contracción prolongada, que pronostica un impacto económico
global severo similar al de la crisis financiera mundial del 2008, con una
reducción considerable del consumo, y el incremento en el numero de despidos
masivos y la quiebra de muchas empresas durante todo el 2020. Bajo este escenario la recuperación
comenzaría en el segundo trimestre del 2021 aproximadamente.
Sin duda, las
Pymes son uno de los segmentos empresariales mas afectados por esta crisis
debido a la reducción de la demanda, y por ende de sus ingresos, lo que podría
verse reflejado en la dificultad de acceder a insumos, reducción o falta de
mano de obra, difícil acceso a financiamiento, entre otros. Los impactos serán diferentes según el
sector.
En el corto
plazo, esto se verá reflejado en un daño de proporciones catastróficas para las
empresas en las que su modelo de negocio esta diseñado para recibir grandes
cantidades de publico presencialmente como son: restaurantes, cinemas,
estaciones de servicio, museos, hoteles, deportes, espectáculos, centros
comerciales, entre otros.
Es claro que
muchas de estas empresas podrán adaptarse mas fácilmente que otras, incorporando
esquemas de teletrabajo, horarios laborales flexibles, digitalización de sus
procesos y servicios, mientras que para otras esto puede resultar sumamente
difícil o imposible.
De acuerdo con
el BID, en las regiones mas afectadas, los gobiernos han venido adoptando una
serie de medidas económicas como el aplazamiento del pago de impuestos y
créditos, el aumento de garantías para prestamos y el otorgamiento de créditos
blandos y subvenciones, con el fin de reducir impactos negativos como la
perdida de empleo o la salida del mercado[3].
En este orden
de ideas, fuera de las medidas financieras, fiscales y de apoyo que puedan
adoptar los gobiernos, hay tres ámbitos clave para movilizar políticas de apoyo
a las pymes en el corto y mediano plazo:
Primero, realizar estudios y análisis de datos masivos, e implementar
encuestas que permitan caracterizar y comprender el impacto de esta crisis en
las empresas para poder tomar decisiones.
Segundo, apoyar al desarrollo de capacidades y facilitar el desarrollo
de infraestructura, para que las empresas comiencen a operar cada vez mas en
forma digital, y tercero, direccionar mas recursos para el fomento de la
investigación e innovación, así como identificar y apoyar emprendimientos que
ya dispongan de soluciones efectivas para su crecimiento y difusión.
Un nuevo
mundo en estado de pandemia permanente
¿Cómo será el
nuevo mundo? No lo sabemos exactamente, pero tal vez podemos imaginar un
poco.
La realidad se
volverá cada vez mas virtual. Eventos,
actividades, trabajo, estudio e interacciones sociales, digitalización y
automatización de procesos y servicios, y mayor descentralización política y
económica.
Mejores
sistemas de salud, o por lo menos eso esperamos, con unidades de respuesta y
procesos mas agiles para la identificación y contención de futuras pandemias y
la capacidad de producir rápidamente medicamentos, equipos médicos, entre
otros.
Socializar de
manera segura, desarrollando mecanismos para identificar quien esta en riesgo
de contraer cierta enfermedad y quien no -discriminando legalmente- a quienes
tengan el riesgo potencial de contraer la enfermedad[4].
Nuevas medidas
de vigilancia como escáneres de temperatura en sitios públicos y aeropuertos,
así como el seguimiento a actividades de nuestra vida diaria a través de
nuestro celular, que finalmente terminaremos considerando como un pequeño
precio a pagar por el derecho a las libertades básicas y el poder compartir con
otras personas.
Como en todos
los momentos de crisis, y especialmente en nuestro país, las poblaciones
vulnerables siempre serán las mas afectadas.
Aquellos que no tienen la posibilidad de acceder a un buen sistema de salud,
que viven en áreas mas propensas a la difusión de enfermedades, trabajadores
formales, informales, e independientes que perderán la posibilidad de
desempeñar su trabajo debido a la recesión económica que se avecina.
El sistema
somos nosotros y nadie va a resolver esto por nosotros. Tenemos el deber ahora
mas que nunca de colaborar de manera solidaria para crear un sistema global mas
inclusivo, de demostrar que aprendimos la lección y que todo lo establecido
puede cambiar para mejor, y así corregir las enormes desigualdades sociales y económicas
y crear un nuevo normal mejor para todos.
El mundo ha
cambiado muchas veces, y seguirá cambiando muchas mas. Todos tendremos que adaptarnos a una nueva
normalidad y guardar la esperanza como dijo el escritor William Ospina: “Si hay
un mundo cansado y enfermo que cruje y se derrumba, tiene que haber un mundo
nuevo que se gesta y nos desafía”[5].
Bibliografía
1.
Imperial College London. (2020). Impact of
non-pharmaceutical interventions (NPIs) to reduce COVID-19 mortality and
healthcare demand. Londres.
2. Craven Matt, L. L. (2020). COVID-19:
Briefing note, March 16, 2020.
3. Nicolas, C. (21 de 03 de 2020). Puntos
sobre la I. Obtenido de https://blogs.iadb.org/innovacion/es/innovacion-coronavirus-pymes-emprendimientos/
4. Gideon, L. (2020). We’re not going back
to normal. Obtenido de MIT Technology Review:
https://www.technologyreview.com/s/615370/coronavirus-pandemic-social-distancing-18-months/
5. William, O. (14 de 03 de 2020). Obtenido de
El Espectador:
https://www.elespectador.com/coronavirus/coronavirus-del-miedo-la-esperanza-por-william-ospina-articulo-909303
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